En papel, me sale un nivel B1, ¡pero no me siento seguro hablando inglés!

Todos tenemos un conocimiento pasivo del inglés, estamos expuestos al inglés con la música, las series, los viajes, el inglés del cole… pero, a veces, este bombardeo de información hace que adoptemos un inglés de supervivencia o suficiente inglés como para aprobar un examen y, al acabar la última pregunta, ¡lo poco que he empollado, ya se ha esfumado!

Cuando nos toca hacer una prueba de nivel escrita, es cierto que podemos aplicar una cierta lógica, intuición y albedrio y, si la ley de probabilidades está de nuestra parte, los resultados de la prueba te asignarán un B1. ¡Santo cielo, un nivel B1 y no sé decir nada en inglés, bueno, chapurreo que digamos!

A veces, el éxito en la expresión oral no es tanto apuntar alto sino empezar con lo básico, tener tablas, fluidez y una buena pronunciación con temas más sencillos, palabras fáciles de pronunciar y un vocabulario que cubre áreas como la comida, el transporte, la información personal, el hogar, etc. Cuando tengamos lo básico cubierto, entonces, empezaremos a construir, poco a poco, más habilidades lingüísticas y, sobre todo, ¡más seguridad en nosotros mismos!

Apuntarse a una clase de inglés y a un nivel en el que puedas acceder a la información, entender al profesor y ver que también él te está estirando un poco, es el primer paso hacia la adquisición del inglés. Hoy en día, la metodología ha cambiado mucho y, lejos de la letra con la sangre entra, la enseñanza del inglés se centra en la comunicación, en saber desenvolverse en diferentes situaciones cuotidianas y en practicar y mejorar la expresión oral en inglés.

¡Qué tu nivel de inglés hablado te sea un buen aliado a la par que tu nivel de expresión escrita!

Aquí tienes como: https://www.thames.es/quiero-aprender-ingles-sabre-hablar-desde-el-primer-dia/