Con casi 1.500 billones de personas que hablan inglés como lengua materna o segunda lengua ¡parece una buena razón invertir en este idioma! Pero, para celebrar el Día Universal del Niño, nuestra inversión como padres y profesores, aparte del idioma, es despertar la conciencia de nuestros alumnos sobre el privilegio de tener acceso a la educación a diferencia de otros niños en el mundo cuyos destinos miran en otra dirección. Con el inglés como fondo, podemos trabajar esta conciencia a través de las clases y los temas que tratamos.
A Different Education, una unidad dirigida a los adolescentes de secundaria, explora cómo los niños de alrededor del mundo acceden a la educación. Vemos como los niños Nénet de Siberia, un pueblo nómada que vive en temperaturas extremas, hacen clase en tiendas de lona en la nieve junto con su profesor que viaja con ellos. El empeño a tener una educación no detiene a los niños de Atuler, en la provincia de Sichuan, China, que tienen que escalar una pared de 800m de roca, trepando por unas escaleras desvencijadas para llegar a su escuela en la cima de la montaña.
Otra llamada a la conciencia a través del inglés se puede encontrar en una unidad dedicada a buscar soluciones a la escasez de la comida que afecta a miles de niños. Los alumnos adolescentes aprenden sobre las granjas de agricultura vertical, el cultivo de insectos y otras formas de producción sostenible. El objetivo es educar, en nuestro caso, a través del inglés, para concienciar a las futuras generaciones para mejorar la vida de los niños en todos los rincones del mundo.
El Día Universal del Niño, una llamada a la conciencia y a la acción a través de la educación, nos enseña cómo podemos, al margen de su lugar de nacimiento, hacer un mundo mejor para los niños.
Más inversión en la educación aquí: https://www.thames.es/the-daily-mile-y-como-la-actividad-fisica-promociona-la-agudeza-mental/