Emociones, vínculos, juego, cultura, sentido y verano
Dedicar las mañanas de verano a actividades creativas y juegos en inglés tiene sentido para los niños.
Es un punto de contacto social y un despertar de emociones, todo en un entorno de habla inglesa. Desde la perspectiva de la adquisición del inglés, sitúa a los niños en un ambiente lúdico donde la lengua vehicular es el inglés.
Esta situación única de un casal en inglés, hace que los niños absorban y se familiaricen con el idioma con naturalidad.
El verano trae consigo la libertad y el tiempo para jugar.
A través del juego, los niños desarrollan su creatividad, su imaginación y su destreza y, en los casales de verano, sus habilidades lingüísticas.
Si involucramos a los niños en el juego y nos dirigimos a ellos en inglés, explicando cómo funciona un juego, enseñando cómo hacer una manualidad o simplemente comunicándonos con ellos en inglés, creamos un vínculo muy interesante entre el ocio y la lengua.
No es que estemos enseñando inglés, sino que estamos creando un entorno de juego en inglés. Los niños no se paran a pensar ni cuestionan el idioma, ¡solo quieren jugar!
Un casal de verano es el entorno perfecto para enseñar conciencia y sensibilidad cultural.
La semana dedicada al artista Henri Matisse nos da la oportunidad de mostrar cuadros del artista y despertar la curiosidad de los niños. Los niños luego harán su propia reinterpretación de los cuadros con pinturas y pinceles en el taller de pintura.
Como manualidad, recrearemos las figuras de los bailarines de The Dance con barro y limpiapipas.
El verano nos brinda la oportunidad de explorar nuevas maneras de incorporar el inglés en un entorno lúdico y cultural.
Jugar al aire libre, crear talleres de manualidades y hacer volar la imaginación y la creatividad que todos llevan dentro.
Si tiene sentido para los niños, tiene sentido para nosotros.